- La biotecnología marina impulsa soluciones naturales frente a amenazas como las mareas rojas y los microplásticos
- Proyectos pioneros como los realizados en la Ría de Vigo y Baleares combinan ciencia, tecnología y sostenibilidad
- Los sistemas de mesocosmos y laboratorios móviles permiten analizar los efectos del calentamiento del mar sobre los microorganismos
- Materiales y bacterias innovadoras buscan regenerar hábitats y eliminar contaminantes, aplicando un enfoque multidisciplinar

La biotecnología marina se ha consolidado en los últimos años como una herramienta clave para responder a los desafíos ambientales que afrontan nuestros mares. Desde la Ría de Vigo hasta Baleares, equipos científicos internacionales están adoptando enfoques innovadores para comprender y restaurar los ecosistemas marinos, abordando amenazas que van desde el calentamiento global a la contaminación y el deterioro de hábitats costeros.
Estas investigaciones no solo buscan entender procesos complejos como las mareas rojas o el impacto de los microplásticos, sino también diseñar soluciones sostenibles que integran tecnología de vanguardia, experimentos de campo y conciencia medioambiental. El objetivo final es doble: proteger la biodiversidad y favorecer un desarrollo económico compatible con el cuidado del entorno marino.
Vigo lidera la investigación europea frente al calentamiento del mar y las mareas rojas

Durante este mes, la Estación de Ciencias Mariñas de Toralla (ECIMAT) en Vigo se ha convertido en el epicentro de una campaña internacional destinada a analizar los efectos del calentamiento marino y las mareas rojas. Bajo el paraguas del proyecto europeo IMAGINE, el Centro de Investigación Mariña (CIM) y el Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL) se han aliado para desplegar un laboratorio móvil de última generación, capaz de analizar muestras en tiempo real y así proporcionar datos inmediatos sobre los cambios experimentados por los microorganismos de la ría.
En uno de los experimentos principales, los científicos estudian cómo afecta una subida de 3 ºC en la temperatura del agua a comunidades microbianas, bacterias y fitoplancton. El método consiste en comparar seis enormes bolsas de agua marina: tres expuestas a temperaturas elevadas y tres en condiciones normales. Gracias a esta configuración, es posible observar de forma controlada –pero cercana a la realidad– los cambios en la composición y el funcionamiento del ecosistema ante las llamadas olas de calor marinas.
El impacto de las mareas rojas también se encuentra bajo la lupa. Los participantes del proyecto han puesto a prueba una planta autóctona, la Zostera marina, que en experimentos previos demostró su capacidad para ralentizar el crecimiento de microalgas nocivas. El ensayo actual busca verificar si los compuestos liberados por esta planta pueden inhibir, de manera natural, la proliferación de organismos responsables de las mareas rojas cuando se reproduce la situación en el medio ambiente real.
Estos trabajos, coordinados por equipos del CIM, EMBL y colaboradores europeos, sitúan a Vigo y el ECIMAT entre los centros pioneros en el uso de mesocosmos –instalaciones que permiten experimentar con grandes volúmenes de agua bajo condiciones controladas– para analizar fenómenos ambientales actuales.
Innovación en la regeneración marina de Baleares
El archipiélago balear apuesta por un enfoque diferente pero complementario, centrado en la regeneración activa del medio marino. El proyecto Ona Futura utiliza estructuras sumergidas fabricadas con materiales innovadores, sostenibles y diseñados para integrarse en el ecosistema en un período de entre 10 y 100 años.
Estas estructuras, sometidas a pruebas en el puerto de Palma, tienen texturas y formas pensadas para favorecer la colonización por microorganismos y organismos sésiles como corales o esponjas. Además de su función ecológica, buscan demostrar la viabilidad de sustituir el tradicional hormigón por materiales más ecológicos, capaces de transformar zonas degradadas en espacios de biodiversidad marina.
El proyecto cuenta con la colaboración de expertos en biotecnología, genética y microbiología marina, que utilizan técnicas moleculares avanzadas (como la secuenciación genética de comunidades microbianas) para monitorizar los procesos de colonización y analizar los resultados ecológicos y económicos de la intervención.
Incluye un componente educativo y divulgativo, con programas para implicar a la población local y al turismo en el respeto y conocimiento del medio marino, y con la intención de reproducir estas soluciones en otras zonas del Mediterráneo.
Bacterias modificadas: una promesa contra los microplásticos
Un reto emergente en la protección marina es la contaminación por microplásticos. Grupos de investigación internacionales trabajan con bacterias modificadas genéticamente, capaces de degradar estos fragmentos en compuestos no dañinos para el medio ambiente.
Bacterias como Ideonella sakaiensis, mejoradas en laboratorio para adaptarse a las condiciones salinas y las bajas temperaturas oceánicas, se perfilan como agentes innovadores en la eliminación de residuos plásticos, especialmente en zonas de alta acumulación. Aunque su uso todavía está en desarrollo y presenta desafíos éticos y ecológicos, su potencial para facilitar la regeneración del mar es indudable.
Su implantación requiere controles estrictos para evitar impactos secundarios, pero los resultados experimentales abren nuevas vías en la lucha contra la contaminación marina, complementando las políticas de reducción y reciclaje de plásticos convencionales.
Un enfoque multidisciplinar y colaborativo para el futuro marino
Detrás de estos avances se encuentra un enfoque multidisciplinar que combina ciencia, tecnología y gestión ambiental. La colaboración internacional es clave, como demuestran las redes de investigadores que participan en los proyectos en Vigo, Baleares u otras regiones europeas.
Además, la integración de investigadores, actores económicos, responsables políticos y ciudadanía permite no solo avanzar en la investigación, sino también garantizar la aplicación práctica de las innovaciones en la gestión del entorno marino y en modelos sostenibles de economía azul.
La biotecnología marina se posiciona como una estrategia central para ofrecer soluciones naturales y sostenibles frente a problemas cada vez más acuciantes, como el calentamiento global, la contaminación por microplásticos y la pérdida de biodiversidad. La colaboración y la innovación en experimentación abren nuevas posibilidades para restaurar y proteger los mares, involucrando a todos los sectores en el reto de conservar la vida marina y sus beneficios para la sociedad.