Ciberataques en clínica privada: riesgos reales, cifras y cómo blindarse

Última actualización: octubre 23, 2025
  • El sector sanitario privado sufre un alza sostenida de ciberataques con alto impacto asistencial, legal y económico.
  • Ransomware, phishing y fallos de configuración lideran los incidentes; monitorizar y segmentar es clave.
  • La combinación de cifrado, MFA, formación, SOC y respuesta probada minimiza daños y recupera antes el servicio.

seguridad en clínicas privadas

En las clínicas privadas españolas ya no se habla de si habrá un incidente, sino de cuándo sucederá. El volumen y la sofisticación de los ciberataques han crecido a un ritmo inédito, poniendo en jaque la continuidad asistencial y la confianza de los pacientes. Hoy, interactuamos a diario con plataformas, historiales electrónicos, dispositivos conectados y servicios en la nube que, si no están bien protegidos, se convierten en puertas abiertas a los atacantes.

El dato que mejor retrata el momento es contundente: el sector sanitario registra en España más de 2.210 ataques semanales, un aumento aproximado del 47 % respecto al periodo anterior. Y el golpe económico no es menor: un único incidente puede costar entre 240.000 y 1,3 millones de euros, además de posibles sanciones de hasta 20 millones por infringir el RGPD. Si pensamos en laboratorios y centros de diagnóstico, la presión se multiplica: el parón de actividad, la demora en resultados y el impacto reputacional pueden prolongarse durante semanas.

El panorama en España: cifras que ponen en alerta

Los datos recientes confirman la tendencia: durante 2024, INCIBE gestionó 97.348 incidentes de ciberseguridad, un incremento del 16,6 % frente a 2023. De ellos, el 67,6 % afectaron a la ciudadanía y el 32,4 % a empresas (incluidas pymes y autónomos), mientras que se detectaron y notificaron 183.851 sistemas vulnerables relevantes susceptibles de explotación.

Ya en 2023, el propio INCIBE contabilizó 152 ciberataques graves contra organizaciones sanitarias en España, un 32 % más que el año previo. Desde la patronal privada ASPE se insiste en que la ciberseguridad es una prioridad estratégica para garantizar la calidad asistencial y la confianza del paciente, una idea que hoy comparte todo el ecosistema sanitario.

Este empuje ha llevado a los hospitales privados a incorporar sistemas de detección y respuesta en tiempo real con IA capaces de identificar patrones complejos y reducir falsos positivos. En paralelo, se han reforzado estándares de cifrado como AES-256 y la segmentación de redes para aislar incidencias y cortar la propagación.

En materia de cumplimiento, los centros adheridos a ASPE han alineado procedimientos con el Esquema Nacional de Seguridad (ENS) y la directiva europea NIS2. Además, en 2024 se impartieron más de 120 cursos de formación en ciberseguridad a personal sanitario y administrativo, reforzando la detección de amenazas y las buenas prácticas.

Casos recientes y lecciones internacionales que afectan a las clínicas privadas

Los ataques a hospitales europeos que obligaron a cancelar citas y cirugías demuestran que ningún centro está fuera del radar. Entre los casos más citados figuran el Hospital Universitario de Düsseldorf (2020), con impacto clínico grave tras un ciberataque; el HSE de Irlanda (2021), con una paralización masiva por ransomware; y el Hospital Clínic de Barcelona (2023), que operó en modo mínimo durante días.

En 2024, el ciberataque al proveedor Synnovis afectó a hospitales del NHS en Londres, forzando la reprogramación de miles de citas. También se reportó el incidente en la clínica privada rusa Lecardo Clinic, que paralizó sus operaciones tres días y filtró datos de 52.000 pacientes y empleados.

El frente del phishing no se queda atrás: se detectó una campaña sofisticada que suplantaba a proveedores médicos como Zocdoc, comprometiendo más de 276 millones de registros. Diversos informes apuntan a que el 92 % de las organizaciones sanitarias sufrió al menos un ciberataque en los últimos 12 meses, y el 67 % reconoce que phishing y BEC impactaron en la calidad asistencial.

Más allá de Europa, la cifra de personas afectadas por ciberincidentes sanitarios superó los 100 millones en 2023 y rondó los 45,6 millones de registros comprometidos en 2024. La correlación entre digitalización acelerada y exposición a amenazas es ya evidente en todas las geografías.

El incidente de un proveedor en Argentina: un espejo para cualquier clínica

Un caso reciente en Argentina sirve de aviso: un proveedor de software clínico, utilizado por más de 30 centros para gestionar estudios de imagen y documentación diagnóstica, fue comprometido. El grupo criminal D0T CUM puso a la venta 665.128 estudios médicos con datos personales de pacientes y profesionales.

La alerta surgió el 4 de abril de 2025 cuando Birmingham Cyber Arms LTD detectó en la dark web la oferta de esos archivos. Días después, el 15 de abril, INCIBE-CERT divulgó públicamente el incidente. Todo apunta a un ataque a la cadena de suministro: en lugar de vulnerar cada clínica, los atacantes habrían explotado el sistema central de un proveedor común.

Más inquietante que la magnitud es el cómo: no hubo señales internas en las clínicas afectadas. Sin alertas, sin bloqueos, sin actividad sospechosa detectada. Durante días o semanas, los datos fueron extraídos de forma silenciosa. Este patrón encaja con la extorsión basada en robo de datos (sin necesidad de cifrar), cada vez más frecuente por su eficacia y discreción.

Aunque no se publicaron detalles técnicos, el acceso podría haberse producido por versiones desactualizadas, servicios expuestos, integraciones inseguras o credenciales comprometidas. Una vez dentro, el volumen de información extraída ilustra el impacto de confiar la seguridad de extremo a extremo a terceros sin visibilidad ni monitorización propia.

Por qué el sector salud resulta tan atractivo para los atacantes

La sanidad combina factores que multiplican el riesgo: datos extremadamente sensibles (historiales, identidad, finanzas), operación 24/7 con tolerancia cero a la parada y una infraestructura heterogénea con miles de dispositivos conectados. Todo ello aumenta la superficie de ataque y complica las tareas de seguridad y parcheo.

Según ENISA, en Europa alrededor del 7 % de los incidentes de ciberseguridad afectan al sector salud, que además encadena doce años con el mayor coste medio por brecha. España figura como uno de los países con mayor actividad de ransomware, mientras que en LATAM destacan Brasil, México, Argentina y Colombia.

Los registros médicos tienen mucho valor en el mercado negro: estimaciones mencionan que una historia clínica completa puede alcanzar hasta 1.000 dólares, varias decenas de veces más que el precio de una tarjeta bancaria robada. Este incentivo económico alimenta extorsiones, fraudes de identidad y venta masiva de datos.

Para más inri, persiste una brecha de madurez: solo un 27 % de organizaciones cuenta con un programa específico contra ransomware, el 40 % carece de políticas de concienciación más allá del área de IT y un 46 % nunca ha realizado análisis de riesgos. Un caldo de cultivo ideal para los adversarios.

Modus operandi, vectores y tipos de ataque más frecuentes

El ransomware sigue siendo la amenaza estrella: 54 % de los incidentes en salud guardan relación con esta técnica, y un 43 % incluye robo o filtración de datos. Aumentan además los ataques de denegación de servicio (DoS), que pueden bloquear aplicaciones clínicas y trámites críticos.

En paralelo, el fraude online y el phishing mantienen cifras elevadas: se gestionaron más de 38.000 incidentes de fraude y 21.571 campañas de phishing. También se registraron 7.470 intrusiones e intentos de acceso no autorizado, así como 2.122 tiendas online fraudulentas que afectaron a consumidores.

En 2024, se documentaron 42.136 casos de malware, entre ellos 357 ataques de ransomware con bloqueo de sistemas y exigencia de rescates. A esta presión se suma la amenaza específica de medjacking (secuestro de dispositivos médicos), cada vez más relevante en entornos con IoT/IoMT y en robots quirúrgicos.

Respecto a las entradas más comunes, ENISA destaca configuraciones inseguras (68 %), error humano (16 %) y acciones maliciosas internas (16 %). La combinación de sistemas sin soporte, parches pendientes y una segmentación deficiente facilita el movimiento lateral de los atacantes.

Qué están haciendo las clínicas privadas españolas: ejemplos y buenas prácticas

El sector privado acelera sus planes de blindaje digital con medidas tangibles. Un ejemplo es Klinikare, con más de 2.800 clínicas digitalizadas en España y un enfoque de seguridad integrado en su plataforma. Entre sus pilares figuran una infraestructura en AWS con copias y cifrado extremo a extremo, la certificación ISO 27001 y el cumplimiento del RGPD y la Ley Antifraude 2026.

Además, la compañía aplica inteligencia artificial para detectar patrones de riesgo, automatizar alertas y reorganizar agendas con el objetivo de mitigar el error humano. Todo ello se acompaña de soporte 24/7 especializado en salud digital, clave cuando la clínica no puede permitirse paradas prolongadas.

En palabras de su dirección, la seguridad debe estar en el núcleo de la gestión clínica, no añadirse como un parche. La tecnología sin procesos, o los procesos sin tecnología, dejan huecos que los ciberdelincuentes conocen bien; por eso apuestan por combinar protección, automatización y cumplimiento.

Para ganar músculo preventivo, también han lanzado webinars gratuitos de ciberseguridad clínica dirigidos a gerencia, administración y personal sanitario. La idea es democratizar el conocimiento práctico para que cualquier clínica aplique medidas reales desde el primer día.

Proyectos de vanguardia en la sanidad privada

Vithas ha dado un salto adelantado con un piloto de distribución cuántica de claves (QKD) junto a Telefónica, LuxQuanta y QoolNet, conectando de forma segura sus centros Vithas Madrid La Milagrosa y Aravaca. Presentado en el MWC 2025, este proyecto se integra en la red MadQuantum, con la UPM y la Comunidad de Madrid como impulsores.

HM Hospitales colabora con Savana en herramientas avanzadas de anonimización de datos y, desde 2019, con Telefónica en seguridad gestionada. Por su parte, Ribera Salud, a través de su unidad tecnológica Futurs, participa en el proyecto europeo Nemecys para blindar dispositivos médicos conectados tanto en hospital como en domicilio.

Esta visión de seguridad desde el diseño abarca desde parches de bioimpedancia y soluciones para trastornos del movimiento hasta apps terapéuticas y diagnósticos in vitro. La clave es integrar seguridad en todo el ciclo, evitando que la innovación abra brechas por la vía rápida.

En el plano operativo, destaca la automatización de copias y recuperación, que ha reducido la restauración de servicios críticos a menos de cuatro horas (antes eran 12). Este salto es esencial para asegurar la continuidad asistencial ante ciberataques o fallos técnicos.

Formación, cumplimiento y cultura: tres palancas que mueven la aguja

La alta dirección ya asume que la ciberseguridad no es un gasto, es una inversión estratégica. Por eso se están reforzando los programas de formación continua y los simulacros, desde phishing hasta ejercicios de Red/Blue Team y playbooks orientados a IT, OT y dispositivos médicos.

El alineamiento con estándares y marcos como el ENS, NIS2, NIST CSF, RGPD y, en su caso, HIPAA, se combina con auditorías recurrentes, monitorización continua y un gobierno claro de identidades y accesos.

El objetivo de fondo es construir una cultura transversal que alcance a todas las capas: dirección, clínicos, administración y tecnología. Sin esa cultura, cualquier herramienta se queda corta; con ella, los incidentes se detectan antes y se mitigan mejor.

Desde la propia ASPE se subraya que esta es una condición de calidad asistencial y sostenibilidad. Cuidar de la salud implica, también, cuidar la información que la sustenta en cada acto clínico.

Guía rápida de medidas prácticas para clínicas privadas

Preguntas al proveedor: exige evidencias. ¿Quién puede acceder a tus datos? ¿Qué cifrado se usa en tránsito y en reposo? ¿Cómo se gestiona la monitorización 24/7 y la respuesta a incidentes? ¿Qué SLA garantiza la recuperación y cómo se prueban los backups?

Protección de identidades: aplica MFA en accesos críticos, privilegios mínimos, segregación de funciones y rotación de secretos. Si hay acceso remoto, mejor canalizado por VPN con controles de postura y registros completos.

Endurecimiento y parches: inventaría activos, corrige configuraciones inseguras, prioriza vulnerabilidades explotadas activamente y bloquea servicios expuestos que no sean imprescindibles.

Segmentación y visibilidad: separa entornos clínicos, administrativos y de invitados; aísla IoT/IoMT críticos; activa IDS/IPS y telemetría para detectar comportamientos anómalos y movimiento lateral.

Backups y continuidad: copias inmutables, pruebas de restauración regulares y planes de continuidad de negocio que contemplen procedimientos en papel para escenarios de caída total.

Respuesta a incidentes: define un equipo, un plan y playbooks. Practica con ejercicios; documenta contacto con autoridades (p. ej., INCIBE-CERT) y canales de comunicación con pacientes y proveedores.

Aliados expertos: hay compañías especializadas que acompañan al sector salud. Entre las referencias del mercado, S2 Grupo ofrece servicios como SOC sanitario, recomendaciones y buenas prácticas, hacking ético de equipamiento, evaluaciones integrales IT/OT, análisis de dispositivos y arquitectura de red, concienciación específica, sonda DICOM para imagen médica y consultoría de cumplimiento (NIST, HIPAA, RGPD).

Capas técnicas mínimas: firewalls con revisión de reglas, cifrado fuerte, EDR/XDR, antimalware, listas de control de acceso y registros centralizados. Sin olvidar la formación continua en phishing e ingeniería social, donde sigue estando el gran atajo del adversario.

Cronología de publicaciones y referencias de contexto

Para contextualizar la evolución reciente, se han publicado múltiples notas y actualizaciones entre marzo y julio de 2023 en distintos horarios: 30 de marzo de 2023 (12:25h y 18:36h), 31 de marzo de 2023 (13:46h), 9 de marzo de 2023 (19:02h), 10 de marzo de 2023 (14:22h), 11 de marzo de 2023 (12:54h), 12 de marzo de 2023 (11:11h), 13 de marzo de 2023 (12:59h), 14 de marzo de 2023 (10:29h), 15 de marzo de 2023 (10:21h), 17 de marzo de 2023 (12:26h), 20 de marzo de 2023 (11:47h), 22 de marzo de 2023 (16:47h), 24 de marzo de 2023 (18:53h), 27 de marzo de 2023 (17:48h), 29 de marzo de 2023 (15:39h), 5 de abril de 2023 (10:49h), 18 de abril de 2023 (10:23h) y 5 de julio de 2023 (17:41h). Este goteo informativo ilustra la constancia y variedad de incidentes y avances de ciberseguridad en el sector.

La digitalización sanitaria aporta beneficios incalculables —historiales electrónicos, telemedicina, diagnósticos con IA—, pero ha colocado a las clínicas privadas en el punto de mira. Entre ransomware, BEC, phishing, DoS y medjacking, la exposición es real y creciente. Las cifras de IBM sitúan el coste medio de una brecha en salud en 10,93 M$, muy por encima del promedio global, lo que subraya la necesidad de combinar tecnología, procesos y personas bajo un liderazgo decidido.

Si tu clínica no vigila, no puede protegerse. Si no pregunta al proveedor, no tiene garantías. Y si no prueba su plan de respuesta, llegará tarde cuando algo pase. Toca cerrar bien las puertas físicas y, sobre todo, los puertos digitales, con una estrategia integral que ponga por delante la vida de los pacientes, la continuidad asistencial y la confianza de todos.

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