- La Junta contacta de forma individual con unas 2.000 mujeres con mamografías no concluyentes.
- La Fiscalía Superior y el Defensor del Pueblo Andaluz investigan el programa de cribado.
- Amama reúne testimonios y prepara acciones legales, colectivas e individuales.
- Cambios en el protocolo: aviso desde el primer momento y mejor seguimiento fuera del cribado.
La gestión del cribado de cáncer de mama en Andalucía afronta una crisis tras detectarse fallos en la comunicación de resultados a mujeres con mamografías no concluyentes. La situación ha encendido las alarmas por el impacto potencial en el seguimiento clínico y por las dudas que ha generado entre las pacientes afectadas, poniendo en evidencia la necesidad de mejorar la transferencia de hallazgos en cáncer.
Según la Junta, hay en torno a 2.000 mujeres cuya mamografía arrojó dudas y que no recibieron información clara en su momento. Paralelamente, la Fiscalía Superior de Andalucía y el Defensor del Pueblo Andaluz han abierto investigaciones, mientras el Servicio Andaluz de Salud (SAS) se ha comprometido a depurar responsabilidades y a introducir cambios en el protocolo.
Qué ha pasado y a quién afecta
De una población diana que ronda los 1,3 millones de mujeres en el programa, la Junta ha identificado alrededor de 2.000 casos con pruebas no concluyentes. Son pacientes con “lesiones posiblemente benignas” que requieren vigilancia fuera del circuito ordinario del cribado y bajo criterio médico.
En el cribado existen tres diagnósticos posibles: negativo, positivo, y lesión posiblemente benigna. En los dos primeros, la comunicación es directa y la derivación, en su caso, es preferente. El problema ha surgido en ese tercer supuesto, cuando algunas mujeres no fueron informadas desde el inicio de que su caso quedaba en seguimiento clínico.
Las imágenes de la mamografía son revisadas por hasta tres radiólogos, que deciden el plazo para la segunda prueba en función de factores de riesgo. La ausencia de una explicación temprana ha provocado llamadas meses después —o incluso al año— que pillaban por sorpresa a las pacientes, generando inquietud y desconcierto.
La Consejería subraya que el 98% de estos casos que requieren una segunda prueba resultan finalmente benignos y pide tranquilidad, si bien reconoce que el procedimiento de información debe mejorar para evitar periodos de incertidumbre innecesarios.
Respuesta institucional y cambios en el protocolo
Sanidad andaluza ha anunciado un plan de choque y está realizando llamadas individualizadas “una a una” para informar de la situación a todas las mujeres detectadas con resultados no concluyentes. El compromiso trasladado por la Consejería fue completar ese primer contacto informativo en un plazo corto.
Además, la Junta ha iniciado una revisión de tres años hacia atrás de mamografías y ha identificado puntos críticos como el Hospital Virgen del Rocío (Sevilla) y varios centros de salud, con la premisa de homogeneizar circuitos y evitar diferencias entre áreas donde sí se hacía llamada informativa y otras donde no quedaba constancia.
En paralelo, se ha reforzado la coordinación del programa de cribado, se ha activado un grupo de mejora con todos los agentes implicados y el Ministerio de Sanidad ha solicitado informes detallados para evaluar el alcance del problema, reclamando máxima transparencia y datos comparables.
La Junta recuerda que el programa funciona desde 1995 y que en los últimos años ha ganado capacidad, con nuevos mamógrafos —incluida tomosíntesis— y más actividad. También prevé ampliar progresivamente la edad de invitación hasta abarcar a mujeres de 45 a 75 años en los próximos años, con el objetivo de mejorar la detección precoz.
Acciones legales, reclamaciones y dudas pendientes
La Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama (Amama) ha canalizado decenas de testimonios y ha reunido a afectadas en distintos encuentros. Su abogado, Manuel Jiménez, estudia caso por caso la vía más adecuada, que puede ir desde una demanda colectiva a denuncias individuales, además de reclamaciones patrimoniales por posible daño moral y perjuicios económicos.
La Fiscalía Superior de Andalucía ha abierto diligencias a raíz de la denuncia de El Defensor del Paciente y el Defensor del Pueblo Andaluz (Jesús Maeztu) ha iniciado una investigación de oficio. Estas actuaciones pretenden esclarecer dónde se ha producido el fallo, su alcance real y qué medidas correctoras deben adoptarse.
Sobre las causas, el SAS ha apuntado en algunos casos a una posible disfunción informática en el circuito de citas; la ministra de Sanidad, Mónica García, considera que el problema tiene un componente “estructural” y ha anunciado un estudio más pormenorizado de los programas de cribado oncológico a nivel nacional, comenzando por Andalucía.
En el ámbito social, organizaciones como Facua reclaman que se aclaren los protocolos y plazos, piden mayor transparencia documental y han activado plataformas para agrupar a afectadas. También hay despachos que sugieren la vía contencioso-administrativa para reclamar responsabilidad patrimonial del SAS.
Algunas mujeres han asegurado que todavía no habían recibido la llamada cuando acudieron a los primeros encuentros de Amama, y familiares de tres fallecidas han contactado con la asociación para revisar sus expedientes. De confirmarse el 2% de positividad entre los casos dudosos, el número de tumores podría rondar la cuarentena, un dato orientativo sujeto a verificación oficial.
Con las llamadas en marcha, un refuerzo del protocolo que incluye aviso desde el primer momento y varias líneas de investigación en curso, la prioridad es acortar tiempos, dar información clara y acompañar a las mujeres durante todo el proceso de seguimiento para que nadie quede fuera del circuito asistencial.
