- Andalucía reconoce fallos de comunicación en el cribado con al menos 2.000 afectadas y activa un plan de choque específico.
- La Comunitat Valenciana anuncia resultados en 30 días, renovación de mamógrafos, IA y automatización del proceso.
- El funcionamiento del cribado exige doble lectura y avisos ágiles, con especial atención a resultados no concluyentes.
- Otras regiones refuerzan cobertura y participación: Madrid amplía edades; Canarias y Galicia mantienen alta actividad y seguimiento.

La detección precoz del cáncer de mama vuelve al primer plano tras destaparse retrasos, fallos de comunicación y circuitos asistenciales tensados en varias autonomías. El caso de una paciente valenciana que esperó meses para conocer el resultado de su mamografía ilustra cómo una cita fuera de plazo, la ausencia de lectura radiológica a tiempo y llamadas sin respuesta pueden disparar la ansiedad en procesos que deberían ser ágiles.
Mientras se investiga lo ocurrido en distintos puntos del país, las administraciones anuncian refuerzos en personal, tecnología e informática clínica para asegurar que las mujeres reciban su informe y las citas complementarias dentro de plazos razonables. La prioridad es clara: mantener la participación, garantizar la doble lectura y cortar de raíz las demoras en resultados no concluyentes.
Andalucía: el epicentro del problema y el plan de choque
La Junta admite al menos 2.000 casos con diagnósticos no concluyentes no comunicados a tiempo, concentrados en gran medida en el Hospital Virgen del Rocío (Sevilla). Señala fallos en la organización y en los sistemas de información, así como falta de personal clave (radólogos, técnicos y personal administrativo) y desajustes en la coordinación entre unidades.

Para revertir la situación, Sanidad activa un plan específico para el cribado de mama con 12 millones de euros y 119 contrataciones, extendiendo actividad a fines de semana y festivos, actualizando cartas de invitación y protocolos de contacto. Además, impulsa una automatización inteligente (IPA) para monitorizar cada caso desde la invitación hasta la confirmación diagnóstica, con el objetivo de que ningún resultado se pierda en el circuito.
La Junta ha reconocido asimismo la necesidad de reforzar la doble lectura radiológica, mejorar la interoperabilidad entre plataformas y evitar cuellos de botella en la subida de informes. El compromiso público incluye depurar responsabilidades y recuperar la confianza con tiempos de respuesta verificables.
Comunitat Valenciana: retrasos, más control de plazos y renovación de equipos
En Valencia, el testimonio de una mujer de 68 años que llevó ocho meses de incertidumbre hasta conocer un resultado negativo ha encendido las alarmas sobre la comunicación de citas y la lectura de pruebas. La paciente recibió su mamografía con retraso, sin radólogo disponible para el informe y sin aviso de que requería ecografía; acabó costeándose una exploración privada antes de que la Sanidad pública completara el proceso con eco y biopsia.
La Conselleria defiende que en 2024, con datos cerrados, se realizaron 232.520 mamografías de cribado y atribuye la menor actividad respecto al año previo a la renovación de 11 mamógrafos (paradas técnicas de 3-4 días por equipo) y a la suspensión temporal en zonas afectadas por la DANA. Entre enero y septiembre de 2025, afirma haber realizado más exploraciones que en el mismo periodo anterior.
Como medidas inmediatas, el departamento anuncia informar resultados en un máximo de 30 días, automatizar el recorrido de principio a fin, ofrecer comunicaciones omnicanal mediante la App GVA Salut y apoyar la lectura con inteligencia artificial. También integra las Unidades de Prevención de Cáncer de Mama en radiodiagnóstico hospitalario y restaura de forma expresa la doble lectura para aumentar la precisión diagnóstica.
Cómo debe funcionar un cribado de mama y dónde se atasca
El circuito estándar arranca con una invitación nominal por carta o mensaje a las mujeres de la franja de edad activa en cada autonomía, seguida de una mamografía bienal. El procedimiento de calidad exige doble lectura independiente de las imágenes; si el informe es no concluyente (lesiones probablemente benignas), se pauta una segunda prueba o seguimiento según riesgo.
Donde se rompen los plazos es, sobre todo, en la comunicación del resultado y la citación de esa segunda prueba. Para que el cribado sea eficaz, los tiempos deben ser cortos y verificables; si el informe del radólogo no llega a la paciente y no se coordina la cita, el objetivo de detectar precozmente se diluye y aumenta la angustia, además del riesgo clínico.
Los expertos consultados coinciden en tres claves: plantillas suficientes (radólogos, técnicos, administrativos), sistemas informáticos interoperables que permitan trazabilidad completa y protocolos de contacto proactivos (cartas claras, recordatorios y llamadas) para evitar pérdidas de seguimiento.
Panorama autonómico: cobertura, participación y cambios de edad
Madrid ha iniciado la ampliación progresiva de su programa a mujeres de 45 a 74 años, adelantando la edad de entrada respecto al rango clásico 50-69. El plan se apoya en red hospitalaria y especialización en mama, con la investigación como palanca para consolidar la estrategia.
En Galicia, el Programa Gallego de Detección Precoz de Cáncer de Mama combina altas tasas de participación con seguimiento pormenorizado y doble lectura. Los datos históricos del programa reflejan que, en mujeres diagnosticadas mediante cribado, la supervivencia alcanza porcentajes muy elevados.
Canarias mantiene cobertura para mujeres de 50 a 69 años mediante citación personalizada, con doble lectura de todas las mamografías. En 2024 se registró una intensa actividad con más de cien mil exploraciones, derivaciones protocolizadas para estudio y varios centenares de tumores detectados de forma precoz.
En el País Vasco, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña o Aragón, los programas de mama están plenamente instaurados y se ajustan por edades según criterio regional, con mamografía bienal y evaluación continua de indicadores de calidad.
Qué se está corrigiendo: personal, tecnología y trazabilidad
Las principales líneas de mejora se repiten: contratación de radiólogos y técnicos para evitar listas de espera en lectura; refuerzo administrativo para vigilar plazos y envío de cartas; y modernización de equipos (tomosíntesis, mamografía digital) con integración en PACS y visor radiológico unificado.
En paralelo, las consejerías despliegan plataformas digitales y automatización de procesos para dar trazabilidad de extremo a extremo: desde la invitación y recordatorios hasta la comunicación del informe y la citación para ecografía, biopsia o seguimiento, minimizando el riesgo de que una mujer quede fuera del circuito.
Tras semanas de escrutinio público, el mensaje común es inequívoco: blindar la detección precoz con plazos medibles, doble lectura en todas las pruebas y canales de contacto que no fallen. Solo así el cribado recuperará la confianza de las mujeres y mantendrá su eficacia en lo que de verdad importa: diagnosticar antes para tratar mejor.
