- La imagen popular del infarto no coincide con los síntomas más habituales y puede retrasar la atención médica.
- El dolor en el pecho suele manifestarse de forma menos intensa, a veces solo como presión o una molestia difusa.
- Las molestias pueden extenderse a otras zonas, acompañadas de síntomas como sudor frío, náuseas o mareo.
- Reconocer señales menos evidentes es clave para mejorar el pronóstico y buscar ayuda a tiempo.
Durante años, la televisión y el cine han dibujado una imagen dramática y contundente de lo que se supone debe ser un infarto: una persona que se lleva la mano al pecho y cae al suelo de forma repentina. Esta visión, conocida como el “infarto de Hollywood”, ha calado tan hondo que, en la vida real, muchos esperan síntomas igualmente intensos y claros para reconocer un ataque al corazón.
Sin embargo, los especialistas advierten que esta representación distorsionada puede costar vidas. Los síntomas de un infarto suelen ser más sutiles de lo que la mayoría imagina. Esperar a notar un dolor agudo y fulminante en el pecho puede retrasar una atención médica crucial.
El mito del “infarto de Hollywood” y el error en la percepción
La proliferación de escenas dramáticas en series y películas ha generado una idea colectiva equivocada sobre cómo aparece un ataque al corazón. Una reciente investigación liderada por la profesora Ann Eckhardt en la Universidad de Texas en Arlington señala que esta influencia mediática hace que se ignoren los signos menos evidentes, retrasando la reacción ante un evento cardiaco real.
El estudio, que encuestó a casi 600 adultos, reveló que tres de cada cuatro personas asocian el dolor cardíaco únicamente a lo que han visto en la ficción: un malestar intenso, localizado y repentino en el lado izquierdo del pecho. Esta equiparación con el espectáculo puede tener consecuencias gravísimas si se ignoran señales menos obvias.
Según Eckhardt, el síntoma más común en hombres y mujeres es el dolor torácico, pero raramente es tan agudo o localizado como se muestra en pantalla. De hecho, muchas veces solo se percibe como una simple incomodidad, presión u opresión que no se sabe explicar bien.
¿Cómo son realmente los síntomas de un infarto?
Uno de los errores más habituales es esperar una señal clara y espectacular. En realidad, el infarto puede manifestarse de formas mucho más discretas. Estas son las señales que deberías conocer:
- Dolor, presión u opresión en el pecho: No siempre intenso, puede sentirse solo como un malestar sordo o molesto.
- Sensaciones que se extienden: El dolor puede irradiar a los brazos (sobre todo el izquierdo), hombros, cuello, mandíbula o la espalda.
- Dificultad para respirar: Incluso en reposo, o como sensación de falta de aire repentina.
- Sensación de debilidad, mareo o desmayo: Puede acompañar o incluso preceder al dolor de pecho.
- Sudoración fría, náuseas o molestias digestivas: A veces, el primer síntoma puede parecerse a una indigestión o malestar estomacal.
- Malestar general sin causa aparente: Una sensación de «algo no va bien», sin localizar el dolor.
El análisis realizado por Eckhardt y su equipo detectó que solo un 13% de los encuestados identificó síntomas como la indigestión como posible señal de infarto. Esta estadística evidencia la falta de información precisa y el peso de los mitos televisivos.
Diferencias de género y la importancia de la educación
Tradicionalmente se pensaba que los síntomas variaban mucho entre hombres y mujeres, pero la evidencia indica que, aunque los matices pueden cambiar, el dolor en el pecho suele ser el principal síntoma en ambos casos. El equipo investigador sostiene que la diferenciación excesiva de síntomas “típicos” o “atípicos” entre sexos añade más confusión que claridad.
La profesora Eckhardt insiste en la necesidad de campañas informativas que ayuden a identificar todas las formas en las que puede aparecer un infarto, y advierte de los riesgos de esperar demasiado antes de solicitar ayuda: cuanto más se tarda en recibir atención, peor será el pronóstico.
Su motivación personal viene de la experiencia de su abuelo, quien sobrevivió a un infarto y a una operación de bypass. Esta vivencia le llevó a dedicar su carrera a la investigación y la educación sanitaria.
Es fundamental estar atento a síntomas sutiles y no esperar a sentir un dolor insoportable, ya que esto puede marcar la diferencia y salvar vidas.
