- Neuralink colabora con universidades de EEUU y España en una prótesis visual apoyada por inteligencia artificial.
- El proyecto busca aplicar un "ojo biónico inteligente" que permitiría a personas ciegas recuperar parcialmente la visión y realizar tareas cotidianas.
- Se están desarrollando ensayos clínicos, inicialmente con pacientes con implantes de Neuralink disponibles.
- El dispositivo Blindsight aspira a ofrecer visión sobrehumana en el futuro, superando incluso la capacidad visual estándar.

La compañía Neuralink, fundada por Elon Musk, está dando pasos importantes en el desarrollo de un innovador ojo biónico que promete asistir a personas con ceguera profunda. En colaboración con la Universidad de California en Santa Bárbara y la Universidad Miguel Hernández en Elche, se está llevando a cabo un proyecto pionero cuyo objetivo es ofrecer una alternativa funcional y práctica para quienes han perdido la visión.
La iniciativa, recogida oficialmente en el portal ClinicalTrials.gov, apuesta por una prótesis visual movida por inteligencia artificial. El enfoque principal del estudio es crear una solución que ayude a identificar rostros, leer y moverse por entornos, mejorando tareas cotidianas de quienes sufren ceguera. El sistema, lejos de limitarse a copiar la visión natural, pretende adaptar la percepción visual a las necesidades reales de los usuarios, utilizando IA para personalizar la experiencia en función de cada situación.
Un proyecto internacional con sello español

El ensayo clínico ha sumado a la Universidad Miguel Hernández de Elche como uno de los socios clave en Europa. Este centro español, reconocido por sus investigaciones en neurociencia, tendrá un papel destacado en las primeras fases de pruebas y estudio de la tecnología. El ensayo está, actualmente, abierto a participantes por invitación, y varias de las pruebas iniciales se llevarán a cabo en colaboración con equipos estadounidenses y españoles.
Neuralink, conocida por los avances previos en implantes cerebrales que permitieron a pacientes mover un cursor de ordenador con la mente, apuesta ahora por aplicar su tecnología en el terreno de la visión. El proyecto se centra en Blindsight, un dispositivo pensado para restaurar la visión incluso en quienes carecen de nervio óptico. La FDA ha reconocido a Blindsight como «dispositivo innovador», lo que acelera su camino hacia los ensayos con humanos.
¿Cómo funciona el sistema del ojo biónico?
La prótesis visual ideada por Neuralink combinaría una cámara montada sobre unas gafas que registra el entorno y un procesador que transforma las imágenes en señales eléctricas. Estas señales, a su vez, serían enviadas directamente al cerebro a través de electrodos implantados en zonas específicas, sorteando así el nervio óptico dañado o ausente. El reto principal consiste en adaptar y traducir las señales para que el cerebro pueda interpretarlas con la mayor naturalidad posible, evitando distorsiones o molestias para los pacientes.
En las primeras variantes, la calidad visual que se obtendría sería limitada y de baja resolución, en palabras propias de Musk, «similar a los gráficos de Atari». Sin embargo, la intención es ir aumentando poco a poco la resolución y las capacidades, permitiendo incluso en el futuro superar la visión humana normal.
Aplicaciones reales y visión aumentada
El proyecto de Neuralink se distancia de otros enfoques puramente médicos para proponer una visión aumentada. El dispositivo buscará facilitar tareas concretas: desde reconocer caras en la calle hasta leer o desplazarse en lugares desconocidos. Además, los expertos no descartan que, a largo plazo, los usuarios puedan percibir espectros de luz invisibles como el infrarrojo o el ultravioleta, llevando la percepción más allá de lo que es posible con el ojo biológico.
Los ensayos incluyen, entre otras pruebas, identificar objetos, leer textos y moverse en entornos controlados. Es importante destacar que la inteligencia artificial juega un papel fundamental en analizar, procesar y adaptar las imágenes en tiempo real según las necesidades del usuario.
El avance hacia la implantación en humanos requiere superar importantes retos científicos y técnicos. Ajustar la intensidad y el tipo de señal eléctrica, asegurar la compatibilidad con el tejido cerebral y lograr que el cerebro «aprenda» a procesar la nueva información son algunos de los desafíos que se afrontan. Los resultados iniciales podrían favorecer el desarrollo de soluciones cada vez más completas y efectivas para la restauración de la visión.
Este tipo de tecnología no solo tiene el potencial de devolver la visión parcial a personas ciegas, sino que también puede abrir nuevas vías para tratar enfermedades como la degeneración macular o la retinosis pigmentaria. La integración de neurociencia, inteligencia artificial y experiencia clínica marca el comienzo de una revolución en la percepción visual, transformando la relación entre humanos y tecnología.
Las colaboraciones internacionales y los avances en IA permiten imaginar un futuro en el que la visión artificial personalizada se convierta en una realidad accesible para quienes hoy viven en la oscuridad. Neuralink y sus socios continúan enfrentando retos científicos y sociales que podrían cambiar radicalmente la historia de la percepción humana.
