Figure AI y la carrera global por el ejército de robots humanoides

Última actualización: julio 26, 2025
  • Figure AI producirá 100.000 robots humanoides en los próximos cuatro años.
  • El acuerdo con un socio estadounidense impulsa su despliegue en industria y hogares.
  • Los avances en IA y redes neuronales permiten robots autónomos y adaptables.
  • El proyecto reaviva el debate ético y la competencia mundial en robótica.

Ejército de robots humanoides Figure AI

Los robots humanoides están dejando de ser una idea de ciencia ficción para convertirse en protagonistas del desarrollo tecnológico global. Las grandes potencias y sus empresas más innovadoras se han lanzado a una carrera sin precedentes por liderar la producción y despliegue de estos dispositivos en todos los ámbitos de la vida. Dentro de esta competencia, una compañía estadounidense ha anunciado sus planes para construir un auténtico “ejército” de cien mil robots humanoides, un proyecto que marca un antes y un después en la automatización avanzada.

En el centro de esta noticia se encuentra Figure AI, empresa emergente de Silicon Valley especializada en robótica e inteligencia artificial. Su fundador y CEO, Brett Adcock, ha revelado un acuerdo estratégico con una de las mayores firmas de Estados Unidos para iniciar la producción masiva de humanoides. El propósito, según ha detallado Adcock, no se limita al sector industrial, sino que apunta tanto al mercado comercial —donde participarán en tareas de manufactura, logística y operaciones a gran escala— como al ámbito doméstico, facilitando mudanzas, tareas del hogar y apoyo a personas.

El salto tecnológico de los humanoides: velocidad e inteligencia artificial

Robot humanoide con IA en fábrica

Uno de los avances más destacados de Figure AI ha sido el desarrollo de sus propios modelos de robots. Su primer ejemplar, Figure 01, se produjo en apenas 31 meses desde el nacimiento de la empresa y, en su estreno al público, caminaba al 17% de la velocidad humana promedio. Actualmente, la última versión de estos humanoides es capaz de moverse a 1,2 metros por segundo (alrededor de 3,7 km/h), demostrando un rápido progreso en poco tiempo.

Pero el verdadero motor de estas máquinas no está solo en su mecánica. Figure AI ha apostado por redes neuronales de extremo a extremo, lo que permite que los robots aprendan nuevas tareas y se adapten a diferentes entornos sin la necesidad de reprogramarlos constantemente. El propio Adcock ha subrayado que «la IA es el único camino viable para dotar de flexibilidad y autonomía a los robots», destacando que es imprescindible que las máquinas puedan aprender y adaptarse en tiempo real.

Aplicaciones reales y estrategia de despliegue

Robótica avanzada para uso comercial y doméstico

Según lo comunicado por Figure AI, el plan es centrar la introducción de estos humanoides en dos entornos bien diferenciados. Por un lado, en el sector industrial y logístico, los robots colaborarán en líneas de montaje, almacenes y centros de distribución, realizando tareas repetitivas o peligrosas que hasta ahora recaían exclusivamente en manos humanas. Por otro, en la vida cotidiana, los modelos más avanzados ayudarán en tareas domésticas, desde mudanzas hasta el cuidado de personas mayores o la asistencia sanitaria básica.

Una de las claves de esta estrategia es la colaboración estrecha con un reducido número de clientes de gran tamaño. La empresa considera que esta fórmula permitirá perfeccionar los sistemas, recopilar el máximo de datos para mejorar la IA y optimizar los costes, antes de expandirse a una escala más generalizada. Adicionalmente, esta metodología ya ha sido probada a través de un acuerdo previo con BMW, integrando robots en los procesos de fabricación automotriz para aumentar la eficiencia y reducir gastos.

Implicaciones éticas y repercusiones globales

Fábrica de robots humanoides Figure AI

La magnitud del proyecto —100.000 robots humanoides en apenas cuatro años— ha reavivado el debate sobre los límites éticos, el posible uso militar y el control de esta tecnología. Aunque Figure AI insiste en la finalidad civil de su proyecto, la dimensión de la flota robótica y el hecho de que Estados Unidos haya realizado una solicitud formal para la autorización de su producción han generado interrogantes sobre una futura aplicación en defensa o seguridad.

Por el momento, las normativas internacionales carecen de marcos legales claros para regular la fabricación y el empleo masivo de robots humanoides, especialmente aquellos dotados de inteligencia artificial autónoma. Todo ello sitúa la iniciativa de Figure AI en una zona gris que obliga a replantear los límites del avance tecnológico y la responsabilidad social en el uso de la robótica avanzada.

La competencia tampoco descansa. China, a través de Zhiyuan Robotics, ha comunicado su intención de fabricar hasta 1.000 robots humanoides en el corto plazo, mientras otros gigantes tecnológicos se suman al desarrollo de modelos con capacidades cada vez más sofisticadas. La carrera por el liderazgo en la robótica inteligente parece estar solo en su punto de partida.

robot soldador
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El anuncio de Figure AI marca un hito en el camino hacia la automatización avanzada, al tiempo que plantea desafíos inéditos en materia ética, legal y económica. La regulación y la adaptación de estas tecnologías en la vida cotidiana serán fundamentales para lograr un desarrollo equilibrado, que combine progreso y responsabilidad social.