- Los puertos asumen tres roles en hidrógeno verde: usuarios, proveedores de infra y plataformas de tránsito.
- Seguridad, normas OMI/ISO e inversión masiva en renovables y almacenamiento son decisivas.
- Proyectos tractores: HYDEA, H2MED, H2PORTS, hidrogenera de Barcelona y PORTALI‑H2 Alicante.

En Europa soplan vientos de cambio y los puertos están en el centro del tablero. Impulsado por iniciativas comunitarias como Fit for 55 y REPowerEU, el hidrógeno verde ha pasado de promesa a hoja de ruta para descarbonizar sectores difíciles, entre ellos la logística marítima y terrestre que se concentra en las dársenas. Un estudio de referencia para la Clean Hydrogen Partnership, desarrollado por Deloitte Bélgica, pone a las zonas portuarias europeas como pieza clave para convertir esa ambición en realidad.
Ese análisis dibuja tres escenarios de actuación en los puertos: consumidores directos de hidrógeno, proveedores de infraestructuras y plataformas de tránsito hacia la industria y el interior. Esta triple función obliga a repensar espacios, seguridad, inversiones y gobernanza, con el objetivo de que la próxima década siente las bases de una economía del hidrógeno madura, competitiva y segura.
Hidrógeno verde en el entorno portuario: razones de peso
Entre las opciones con cero emisiones, el hidrógeno renovable destaca por su versatilidad. Aunque la electricidad renovable consumida de forma directa es más eficiente, su carácter intermitente (solar con el ciclo día-noche, eólica dependiente del viento y la hidráulica sujetas a reservas) obliga a complementar con almacenamiento o producción química. Según responsables técnicos portuarios, dos estrategias encajan mejor: baterías para picos de generación o producción de H2 por electrólisis.
El hidrógeno, además, no es solo un combustible: es un vector energético que permite sintetizar otras moléculas con mejores propiedades logísticas para el mar y la industria: metanol, amoníaco o e-metano, entre otras. Puede emplearse en motores de combustión adaptados o, de forma más eficiente, en pilas de combustible, lo que abre el abanico a maquinaria portuaria, camiones pesados y, progresivamente, a buques.
En sectores con difícil electrificación directa, como el transporte marítimo, la aviación o el tráfico pesado, el informe lo considera una pieza esencial para sustituir gas fósil, carbón y derivados del petróleo. De ahí que los puertos, por su rol de nodo multimodal y su proximidad a áreas industriales, sean terreno idóneo para desplegar la cadena de valor del hidrógeno.
Las tres funciones de los puertos en la economía del H2
1) Usuarios directos dentro del recinto
Las políticas climáticas y energéticas presionan —para bien— a operadores y autoridades a fijar objetivos y soluciones de descarbonización. En este marco, el hidrógeno y sus portadores pueden reemplazar combustibles fósiles en actividades portuarias como:
- Transporte marítimo y fluvial, con pilotos en buques de corta y media distancia y auxiliares portuarios.
- Suministro eléctrico en muelle para buques atracados (cold ironing) con apoyo del H2 para picos o respaldo.
- Equipos de terminal y manipulación de carga, sustituyendo diésel por pilas de combustible o combustibles sintéticos.
- Industrias en zona portuaria (refino, amoníaco, química), con reemplazo progresivo de H2 gris por H2 renovable.
- Repostaje de camiones pesados que operan en los accesos y la logística interior de los recintos.
2) Proveedores de infraestructuras de H2
A medida que crece la demanda, los puertos están llamados a construir y operar infraestructuras específicas para transporte, almacenamiento, conversión y suministro. Esto afecta de lleno a la planificación espacial y a los servicios portuarios, que deberán incorporar nuevas tipologías de instalaciones.
- Nuevas operaciones de bunkering marítimo y estaciones de suministro terrestre para H2 y derivados.
- Terminales de importación/exportación y adaptación de muelles para nuevos tráficos energéticos.
- Descarga de energía generada en alta mar (eólica marina) con vínculo a electrolizadores.
- Plantas de producción de H2 renovable en el propio puerto o su entorno industrial.
- Almacenamiento en tanques criogénicos o gaseosos y, cuando proceda, soluciones subterráneas.
- Plantas de conversión: metanol, amoníaco o e-metano a partir del H2 verde.
- Estaciones multimodales de repostaje para camión, maquinaria y, en el futuro, flota marítima.
Conviene no perder de vista las peculiaridades físicas del hidrógeno. Su baja densidad exige mucho volumen de almacenamiento, y mantenerlo líquido requiere temperaturas próximas a −253 ºC. Es un gas muy ligero y difusivo, por lo que la volatilidad y la estanqueidad de las tuberías, válvulas y tanques son temas críticos en la ingeniería portuaria.
3) Plataformas de tránsito y distribución
Los puertos situados en las redes principales y globales TEN-T y TEN-E tienen ubicación y conectividad privilegiadas para consolidarse como plataformas de tránsito de hidrógeno y derivados hacia usuarios costeros e interiores. Su proximidad a polígonos industriales y nudos logísticos multiplica el efecto tractor de la cadena de suministro.
En el Mediterráneo occidental, un ejemplo destacado es el hidroducto H2MED, que enlazará la Península Ibérica con Francia (Barcelona–Marsella) y, desde ahí, con los grandes polos industriales del norte de Europa. Esta arteria facilitará la exportación de hidrógeno renovable producido en la península —con abundantes horas de sol y viento— y reducirá la dependencia del gas natural fósil, un objetivo explícito de REPowerEU.
Regulación, seguridad e I+I: los retos que hay que atajar
El avance regulatorio se acelera, pero aún hay lagunas. En los últimos años se han aprobado iniciativas europeas para un marco común de mercados de gas natural, gases renovables e hidrógeno, además del refuerzo institucional de la Clean Hydrogen Partnership. Aun así, las autoridades portuarias y reguladores deben coordinar el uso del suelo y delimitar responsabilidades claras entre operadores para el despliegue de estas actividades.
En seguridad, la OMI y la ISO siguen desarrollando normas técnicas específicas. En paralelo, se recomienda que las sociedades de clasificación armonicen procedimientos para aprobar diseños alternativos basados en riesgos y generen directrices y listas de control aplicables a terminales, bunkering y buques que usen hidrógeno. La sensorización y la gestión de fugas en tuberías y equipos deben considerarse prioritarias.
La investigación y la innovación (I+I) también son palancas determinantes. El informe defiende dedicar fondos europeos a puertos que apuesten por proyectos escalables de demostración con el fin de acortar la curva de costes y acelerar la implantación real.
- Reducir costes de importación a gran escala de H2 y derivados.
- Planificar instalaciones de electrolizadores en alta mar conectadas a eólica marina.
- Desarrollar almacenamiento de H2 líquido (LH2) y gaseoso (GH2) en tanques e instalaciones subterráneas.
- Optimizar logística y transporte en ductos y marítimo.
- Repostaje: bunkering, compresión y distribución segura.
- Usos finales en motores y pilas de combustible para camión y buque (alta mar, cabotaje y flota portuaria).
Más renovables y dinero sobre la mesa
Para alcanzar los objetivos de REPowerEU de 20 Mt de hidrógeno renovable en 2030 (mitad producida en Europa y mitad importada), el continente afronta inversiones de calado: entre 200.000 y 300.000 millones de euros en generación renovable adicional (500–550 TWh), 28.000–38.000 millones para gasoductos internos y 6.000–11.000 millones en almacenamiento. Son cifras que ponen a los puertos delante del espejo: suelos, conexiones y sinergias con fotovoltaica en cubiertas o eólica cercana serán diferenciales.
También hay que contar con la aceptación social y la ocupación del suelo para desplegar parques solares y eólicos que alimenten electrolizadores. A cambio, el hidrógeno abre nichos de actividad industrial, empleo y especialización tecnológica en los recintos portuarios y su hinterland, con efectos positivos sobre la competitividad.
Proyectos que marcan el ritmo: de Valencia a Japón pasando por el Mediterráneo
En el puerto de Valencia, el programa H2PORTS integra pilas de combustible en equipos portuarios, demostrando que la operativa diaria puede descarbonizarse sin penalizar productividad. A escala intercontinental, el proyecto HESC (Australia–Japón) ha acreditado la viabilidad del transporte de hidrógeno líquido a largas distancias, otro vector de aprendizaje clave.
El Mediterráneo, por su parte, se prepara para un mercado interregional de hidrógeno a través de H2MED. Esta infraestructura ayudará a casar oferta y demanda hacia 2030, conectando países productores con grandes consumidores industriales y energéticos. En paralelo, eventos como la Copa América han servido para enseñar músculo: embarcaciones de apoyo propulsadas por H2 han sido presentadas junto a acuerdos institucionales para acelerar su uso en navegación.
HYDEA: hoja de ruta común para puertos del Espacio Atlántico
HYDEA es un proyecto europeo del programa Interreg Espacio Atlántico 2021–2027 con una meta clara: facilitar la transición al hidrógeno en los puertos atlánticos. Con 10 socios —entre ellos la Autoridad Portuaria de Vigo y la de Sevilla— y bajo el liderazgo de EnergyLab, el consorcio ha puesto en marcha un mapa interactivo de iniciativas actuales y previstas, además de informes sobre aplicaciones, beneficios y obstáculos.
La Comunidad HYDEA ha estructurado siete grupos focales transnacionales para dinamizar conocimiento en producción; almacenamiento y distribución; transporte e infraestructuras; usos industriales; movilidad marítima; otros usos; y estrategia portuaria. Este formato permite recopilar evidencia, elevar recomendaciones y detectar oportunidades reales de colaboración.
Como primer gran entregable metodológico (D3.1.1a y D3.3.1), los socios cuentan con directrices para crear planes de acción portuarios realistas. El enfoque arranca identificando usuarios clave del puerto, sus consumos y necesidades de descarbonización; continúa evaluando la viabilidad técnica y económica de aplicaciones concretas; y desemboca en acciones priorizadas, alianzas, cronograma e indicadores para verificar el avance.
Además, HYDEA desarrolla una herramienta de apoyo a la toma de decisiones (Entregable 5.1.1) que integrará datos técnicos, económicos, ambientales y sociales de casos reales del Área Atlántica. El objetivo es que los puertos puedan evaluar tecnologías de hidrógeno en distintos escenarios y elegir la mejor combinación para su realidad.
Para acelerar la innovación, el consorcio abre tres convocatorias sucesivas (mayo–julio 2025; septiembre–noviembre 2025; enero–marzo 2026) que ofrecen acceso a instalaciones experimentales y al conocimiento de los socios. Un comité independiente valora mérito científico, viabilidad tecnológica y potencial de mercado, con prioridad a soluciones integrables en entornos portuarios.
Alicante acelera: consulta al mercado para PORTALI‑H2
La Autoridad Portuaria de Alicante ha lanzado una Consulta Preliminar al Mercado para preparar la futura concesión de una planta de hidrógeno verde (PORTALI‑H2). El proceso, abierto hasta el 30 de septiembre de 2025, busca atraer al mayor número de operadores para contrastar tecnologías, plazos y presupuestos, y ajustar el diseño de la planta a las necesidades del puerto y su entorno logístico.
El proyecto fija una potencia mínima de 1 MW, pero aspira a más: cubrir al menos el 70% del consumo anual con renovables y avanzar hacia la autonomía energética. La planta será palanca para introducir el H2 en operaciones internas, transporte local marítimo y terrestre, y para reducir emisiones de CO2 en concesionarios y servicios del recinto.
La colaboración con universidades y centros tecnológicos forma parte del guion. El puerto quiere convertirse en un laboratorio vivo que valide soluciones, atraiga inversión y genere conocimiento aplicado a la logística. Todo ello sin gasto público directo: el modelo será una concesión demanial a empresas privadas, bajo el marco regulatorio de la APA.
PORTALI‑H2 encaja con el Pacto Verde Europeo y Fit for 55, en una estrategia más amplia de innovación: digitalización de operaciones, proyectos de economía azul, movilidad sostenible con flota eléctrica e híbrida y despliegues fotovoltaicos y minieólicos para reducir huella de carbono y costes energéticos.
Barcelona: primera hidrogenera portuaria con producción propia
El Puerto de Barcelona ha aprobado el concurso para construir su primera hidrogenera destinada a camiones, autobuses y equipos terrestres. Se ubicará en la ZAL Puerto, en una parcela de unos 7.000 m² con conexión estratégica a la ZAL Prat, la ZAL Barcelona y la Zona Franca, maximizando la capilaridad logística.
El proyecto incluye producción in situ mediante electrolizadores alimentados con electricidad 100% renovable, garantizando que el combustible sea realmente “verde”. Concesión prevista de 40 años (prorrogable) y una capacidad mínima de 2 MW —ampliable—, además de una unidad móvil para abastecer maquinaria en terminales alejadas.
El calendario es claro: septiembre de 2025, aprobación por el consejo de administración; octubre de 2025, lanzamiento del concurso; adjudicación en el primer o segundo trimestre de 2026; inicio de construcción ese mismo año (duración aproximada de dos años) y puesta en marcha en 2028. La hidrogenera se conectará con el parque fotovoltaico en cubiertas de la ZAL para sinergias energéticas y económicas.
La dirección del puerto subraya que la instalación es un paso necesario para descarbonizar la logística y escalar lo aprendido en proyectos piloto con maquinaria portuaria y camiones, demostrando que el hidrógeno ya puede aportar soluciones prácticas sin sacrificar eficiencia operativa.
Galicia: potencia renovable y puertos como lanzadera exportadora
Galicia reúne mimbres excepcionales para el H2: abundancia de recursos renovables (eólica y solar en crecimiento) y disponibilidad de recursos hídricos tanto continentales como marinos. Con tres puertos atlánticos de primera línea —A Coruña, Ferrol‑San Cibrao y Vigo—, la región mira a Europa con ambición exportadora.
En el último inventario de la Asociación Gallega del Hidrógeno (diciembre de 2024) se identificaron más de 30 iniciativas. De los 18 proyectos de generación y consumo, diez avanzan en tramitación, con casos como Triskelion (Forestal del Atlántico) ya licitando obras y arranque previsto a finales de 2025. La mitad de los restantes cuenta con Autorización Ambiental Integrada, por lo que cabe esperar avances a corto plazo.
Las cifras son contundentes: capacidad de electrolizadores superior a 1,37 GW; más de 85.000 t/año de H2 renovable (un 14% del H2 gris consumido hoy en España); más de 500.000 t/año de amoníaco (excedentarias para exportación) y más de 150.000 t/año de metanol (también con vocación exportadora). A esto se suman 20.000 t/año de combustibles SAF basados en hidrógeno, contribuyendo a las metas europeas para aviación.
La UE quiere 20 Mt de H2 renovable para 2030 (10 Mt producidas en Europa y 10 Mt importadas). En 2050, según la Comisión Europea (análisis sobre el Corredor Ibérico), España presentaría un balance exportador neto de 2,9 Mt/año y Portugal de 1,6 Mt/año. Una parte viajará por hidroducto —con H2MED aportando hasta 2 Mt/año— y el resto lo hará por vía marítima, junto a derivados como metanol y amoníaco que, además, no pueden circular por ducto.
En consumo regional, los puertos gallegos serán usuarios de hidrógeno para maquinaria, transporte terrestre y bunkering de buques con H2 o derivados. Para consolidar la demanda local, se promueven “Valles de Hidrógeno” como Triskelion y H2Pole (As Pontes–Ferrol/Mugardos), dando tracción a la industria y a la movilidad pesada.
Las dársenas de A Coruña y Ferrol‑San Cibrao exhiben músculo logístico actual: tráficos de 2024 por encima de 14,5 Mt (A Coruña, con 1.135 buques) y 6,5 Mt (Ferrol‑San Cibrao, con 819 buques). En conjunto superan los 21 Mt, con casi 12 Mt de productos líquidos. A Coruña canaliza grandes volúmenes por la refinería de Repsol (más de 5 Mt de crudo y más de 2,5 Mt de gasóleos, fuel, gasolinas y GLP). Ferrol destaca en GNL (más de 1,5 Mt), biodiésel (casi 100.000 t) y metanol (más de 20.000 t).
Esta base logística, sumada a su ubicación en las rutas hacia Europa, facilita desplegar nuevas infraestructuras de producción, almacenamiento y distribución. Proyectos como Armonia Green Galicia (amoníaco verde en Punta Langosteira) o las hidrogeneras “Julio Verne” (Vigo), “Green H2 Langosteira” (A Coruña) y “Faro de la Energía Verde” (Ferrol) —con dos de ellos ya autorizados ambientalmente— muestran el salto cualitativo en cartera.
La Red Transeuropea de Transporte (TEN‑T) otorga además un papel clave a los puertos en comercio y suministro de hidrógeno. A Coruña figura en la red principal; Vigo y Ferrol‑San Cibrao, en la red global. La conexión de Galicia al H2MED (tramo Guitiriz–Zamora) reforzará el vector ducto, mientras que el tráfico marítimo absorberá buena parte de los flujos de H2 y, especialmente, de derivados.
Quedan tareas por delante: mejoras en seguridad operacional, desarrollo regulatorio, y interoperabilidad con hidroductos y ferrocarril para garantizar eficiencia y trazabilidad. Pero la región parte con ventaja: potencia renovable, suelo portuario disponible y una cantera de proyectos que la posiciona como nodo destacado en la cadena energética europea del siglo XXI.
Beneficios y obstáculos bajo la lupa
HYDEA ha sintetizado los beneficios más tangibles del H2 verde en puertos: ahorro energético en iluminación, almacenamiento e infraestructuras mediante electrificación eficiente; equipos diésel reconvertidos a bajas emisiones con baterías o pilas; mejora del suministro en tierra a buques y reducción de emisiones en marítimo y fluvial; abastecimiento de combustibles verdes y generación in situ con eólica y solar terrestre o marina.
En la columna de los desafíos, la principal barrera sigue siendo el coste de producción, muy ligado al avance de la electrólisis. Le acompañan limitaciones técnicas en la transformación e integración del H2 como materia prima o vector en procesos industriales, la falta de una cadena de valor limpia madura y la necesidad de estándares y regulaciones internacionales que permitan un mercado global y competitivo.
La solución pasa por acelerar demostradores, normalizar procedimientos de seguridad, asegurar marcos estables de colaboración público‑privada y coordinar a puertos, industrias, academia y reguladores. Con piezas ya encajadas —H2MED, proyectos portuarios pioneros y plataformas como HYDEA—, Europa dispone del andamiaje para levantar una economía del hidrógeno trazable y a escala.
En este contexto, los puertos no pueden esperar a que todo el desarrollo político se complete. La llamada es a trabajar en paralelo: planificar suelo, licitar infraestructuras, impulsar pilotos y formar talento. Quien mueva ficha antes, tendrá ventaja en atraer tráficos, inversiones y empleo vinculado al hidrógeno y sus derivados.
Si algo deja claro el recorrido europeo es que el hidrógeno verde ya no es un futurible: desde Valencia con H2PORTS y Barcelona con su hidrogenera, pasando por el impulso de Alicante con PORTALI‑H2 y la estrategia gallega de exportación, el mapa se tiñe de proyectos reales y metas medibles. La combinación de redes TEN‑T/TEN‑E, ductos como H2MED y terminales adaptadas marcará la diferencia entre puertos que lideran y puertos que siguen la estela.
