Microbioma intestinal ancestral revelado en Zimapán

Última actualización: octubre 14, 2025
  • Restos humanos de Zimapán permiten perfilar un microbioma intestinal antiguo con bacterias poco registradas hasta ahora.
  • El estudio, liderado por la UNAM y publicado en PLOS One, empleó secuenciación 16S rRNA en heces y tejido intestinal conservados.
  • Se detectaron familias comunes como Peptostreptococcaceae y Enterobacteriaceae, y una presencia elevada de Clostridiaceae.
  • Apareció Romboutsia hominis, no documentada previamente en microbiomas antiguos, abriendo hipótesis sobre evolución y modo de vida.

microbioma intestinal antiguo

Los restos humanos hallados en una cueva de Zimapán (México) han permitido reconstruir con detalle el microbioma intestinal de un individuo del periodo prehispánico, aportando pistas sobre su salud, su dieta y el entorno en que vivió.

El trabajo, dirigido por el investigador Santiago Rosas-Plaza de la UNAM, analizó heces y tejido intestinal excepcionalmente conservados y publica sus resultados en la revista PLOS One, dentro de una línea de investigación que está renovando lo que sabemos sobre microbiomas antiguos.

El hallazgo y el individuo de Zimapán

El equipo examinó los restos de un cazador-recolector seminómada vinculado a la cultura Otopame mesoamericana, fallecido en la juventud-adultez temprana (entre 21 y 35 años), cuyo cuerpo se preservó de forma natural en una cueva.

El difunto fue depositado en un fardo funerario elaborado con una esterilla de fibras, aparentemente de maguey entrelazado, y envuelto con una sábana de algodón marrón nativo, un trabajo textil de nudos descrito como especialmente complejo.

La disposición del fardo sugiere que pudo tratarse de una figura relevante en su comunidad, y parte de ese material textil ha sido restaurado durante años por especialistas, con previsión de presentarlo al público en México.

Una mirada al microbioma intestinal antiguo

El análisis identificó familias bacterianas habituales en humanos actuales, con señales claras de Peptostreptococcaceae, Enterobacteriaceae y Enterococcaceae, lo que ayuda a comparar patrones de diversidad entre épocas.

Además, se constató una presencia elevada de Clostridiaceae, una familia que ya se había observado en momias andinas y que aquí reaparece, reforzando la idea de ciertas continuidades microbianas en contextos antiguos.

Especial interés tiene la detección de Romboutsia hominis, una especie moderna no registrada previamente en microbiomas de tiempos remotos, hallazgo que abre nuevas preguntas sobre evolución, transmisión y persistencia de linajes bacterianos.

  • Familias detectadas: Peptostreptococcaceae, Enterobacteriaceae, Enterococcaceae
  • Predominio señalado: Clostridiaceae
  • Especie destacada: Romboutsia hominis

Método científico y criterios de identificación

Para trazar el perfil microbiano se recurrió a la secuenciación del gen 16S rRNA, un estándar en microbiología que permite distinguir y clasificar microorganismos a partir de marcadores genéticos conservados.

La combinación de tejido intestinal momificado y coprolitos (heces preservadas) proporcionó dos matrices complementarias, mejorando la robustez de la lectura taxonómica y reduciendo sesgos en la estimación de abundancias relativas.

Qué nos dice sobre dieta, salud y entorno

La composición del microbioma guarda relación con edad, dieta, estado de salud y medio, por lo que los perfiles encontrados ayudan a dibujar un escenario vital marcado por prácticas alimentarias y condiciones ambientales propias de Mesoamérica.

Este trabajo se suma a una línea global que ya ha analizado microbiomas de un inca y del llamado “Hombre de los Hielos” europeo, ampliando la base comparativa para estudiar cambios en la diversidad bacteriana a lo largo de los siglos.

Las diferencias observadas respecto a microbiomas modernos refuerzan la idea de que los hábitos y la exposición ambiental moldean con fuerza la estructura microbiana intestinal, modulando funciones digestivas e inmunitarias.

Implicaciones y próximos pasos

Los autores señalan que harán falta análisis adicionales para confirmar y matizar estas señales, así como para completar el mapa funcional del microbioma del individuo de Zimapán.

Con más muestras comparables y técnicas de alto rendimiento, será posible enlazar rasgos microbianos con condiciones de vida específicas y mejorar modelos sobre la evolución del ecosistema intestinal humano.

Este avance consolida el valor de los microbiomas antiguos como ventanas al pasado, permitiendo reconstruir interacciones entre cultura, alimento y microbiota en contextos prehispánicos con un nivel de detalle cada vez mayor.

El caso de Zimapán muestra cómo la preservación excepcional puede iluminar aspectos invisibles de la biografía de una persona del pasado, desde sus bacterias intestinales hasta los gestos funerarios que la despidieron.