OpenAI urge a EE. UU. a ampliar su capacidad eléctrica para no ceder terreno ante China

Última actualización: octubre 30, 2025
  • OpenAI considera la electricidad un activo estratégico para el liderazgo en IA.
  • La empresa propone incentivos fiscales y una reserva de materiales críticos.
  • China añadió 429 GW de capacidad en 2024 frente a 51 GW en EE. UU.; se pide un objetivo de 100 GW anuales.
  • Estimación: 1 billón de dólares en infraestructura de IA impulsaría un 5% el PIB en tres años, con advertencias sobre posible burbuja.

Energía y centros de datos para IA

OpenAI ha encendido las luces de alarma al sostener que Estados Unidos debe sumar mucha más capacidad eléctrica si quiere conservar su posición de liderazgo en inteligencia artificial frente a China. La compañía subraya que la disponibilidad de energía y de infraestructura de centros de datos se ha convertido en el cuello de botella que marcará la competencia tecnológica global.

En una carta dirigida a la Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blanca (OSTP), la firma define la electricidad como “un activo estratégico” y advierte de que, sin un esfuerzo inversor sostenido, EE. UU. podría perder ventaja competitiva, con implicaciones para la economía y la seguridad nacional.

Un aviso con trasfondo geopolítico

El mensaje de OpenAI llega con un enfoque que mezcla industria y geopolítica: la IA puede ser palanca para reindustrializar el país, pero solo si la base energética acompaña. La construcción de nuevos centros de datos, las cadenas de suministro y la fabricación de hardware exigirán planes a gran escala para generar y transportar electricidad.

La compañía insta también a aprovechar la propia IA para agilizar evaluaciones ambientales, previsiones de demanda y la operación de la red, acelerando trámites y mejorando la eficiencia del sistema eléctrico.

La brecha energética con China, en cifras

El diferencial es notable: según los datos citados por OpenAI, China agregó 429 gigavatios de capacidad en 2024, mientras que Estados Unidos añadió 51. Para acortar distancias, propone fijar una meta-país de incorporar 100 gigavatios anuales de nueva potencia.

Ese salto exige abordar simultáneamente generación, redes de transporte y equipamiento especializado, ya que la demanda eléctrica vinculada a la IA y a los centros de datos está creciendo a un ritmo mucho mayor que el de años anteriores.

Qué pide OpenAI a la Casa Blanca

El documento detalla un paquete de políticas públicas orientadas a reforzar la cadena de valor de la IA en suelo estadounidense, desde el silicio hasta el cableado de alta tensión. La hoja de ruta incluye incentivos fiscales, financiación y reservas estratégicas de materiales, con el objetivo de acelerar despliegues y reducir dependencias externas.

  • Ampliar los créditos fiscales para abarcar fabricación de semiconductores, servidores de IA, centros de datos y componentes electrónicos.
  • Establecer subvenciones, préstamos y garantías que impulsen la producción nacional de materiales críticos como cobre, aluminio y tierras raras.
  • Acelerar la construcción de líneas de transmisión eléctrica y modernizar la red.
  • Crear una reserva estratégica de materiales esenciales para la infraestructura de IA.
  • Aplicar IA a trámites y gestión del sistema: evaluaciones ambientales, pronósticos y operación de la red.

El contexto internacional también pesa: algunos de esos minerales están sujetos a controles más estrictos de exportación por parte de China, lo que refuerza el interés por asegurar suministros alternativos.

Impacto económico esperado y señales de cautela

OpenAI calcula que una inversión de un billón de dólares en infraestructura de IA podría elevar el PIB de EE. UU. alrededor de un 5% en tres años, generando empleo para una porción relevante de la fuerza laboral en oficios cualificados, en torno al 20% según sus estimaciones.

El empuje del sector es palpable: la compañía ha presentado recientemente un buscador llamado ChatGPT Atlas y una red social basada en contenido generado por IA, servicios que han logrado una tracción rápida en tiendas de aplicaciones. Aun así, voces financieras de peso, como los primeros ejecutivos de Goldman Sachs y JPMorgan Chase, alertan de cierta euforia inversora y del riesgo de que se forme una burbuja en torno a la infraestructura de IA si el gasto se desboca.

Por qué importa fuera de EE. UU.

Aunque el llamamiento de OpenAI se dirige a Washington, el debate sobre cómo casar el auge de la IA con la disponibilidad de energía resuena también en Europa y España. La planificación de redes, la integración de renovables y la agilización de permisos serán factores determinantes para atraer centros de datos y actividad industrial ligada a la IA en el bloque europeo.

Para los responsables públicos y el sector privado del Viejo Continente, el mensaje es claro: la infraestructura eléctrica y de datos se ha convertido en infraestructura estratégica. La velocidad de ejecución y la certidumbre regulatoria marcarán qué regiones capitalizan mejor la ola de inversión que trae consigo la inteligencia artificial.

La advertencia de OpenAI dibuja una carrera en la que la disponibilidad de energía, las cadenas de suministro de materiales críticos y la capacidad de desplegar centros de datos a gran escala serán los factores decisivos del liderazgo en IA. Con China aumentando capacidad a gran ritmo y Wall Street pidiendo prudencia, el gran desafío para EE. UU. pasa por convertir los planes en megavatios, cables y servidores, y por hacerlo antes de que la ventana de oportunidad se estreche.

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