Purificadores de aire: cómo funcionan, qué modelos destacan y claves para un hogar más saludable

Última actualización: agosto 1, 2025
  • La calidad del aire en interiores puede ser hasta cinco veces peor que en el exterior.
  • Los purificadores eliminan partículas dañinas como polvo, polen, NO₂ y formaldehído.
  • Marcas como Xiaomi, Dyson o Dreame ofrecen tecnologías avanzadas y modelos adaptados a distintos espacios.
  • Es importante elegir purificadores con filtros HEPA y carbón activado para una mayor eficacia.

Purificador de aire doméstico

La calidad del aire que respiramos dentro de casa suele pasarnos desapercibida, pero en muchas viviendas urbanas puede encontrarse más contaminación que en la propia calle. Ventilar está bien, pero el tráfico, el polvo, los compuestos químicos y hasta los alérgenos de las mascotas complican que el ambiente sea saludable. Si a eso sumamos el uso de productos de limpieza, barnices o cocinas de gas, el aire del hogar puede terminar cargado de partículas y gases nocivos difíciles de eliminar sin ayuda de dispositivos específicos.

Por eso, cada vez más familias optan por instalar purificadores de aire en sus salones y dormitorios. Estos aparatos, especialmente los equipados con filtros HEPA y carbón activado, son capaces de atrapar polvo fino, polen, ácaros, caspa de animales e incluso gases peligrosos como el dióxido de nitrógeno (NO₂) o el temido formaldehído. Pero antes de decidirse por uno, conviene conocer cómo funcionan y qué modelos ofrecen mejores prestaciones en la actualidad.

¿Por qué es importante el uso de purificadores en el hogar?

Purificador de aire y sensores

El aire doméstico puede contener partículas en suspensión, gases y compuestos volátiles provenientes del tráfico, calefacciones, materiales de construcción y productos de limpieza. Organizaciones como la Agencia de Protección Ambiental estiman que el 72% de la exposición a químicos peligrosos se da en espacios interiores. Estas partículas microscópicas, como las PM2.5, son hasta 30 veces más finas que un cabello y llegan a penetrar en el sistema respiratorio, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias.

Contar con un purificador de aire ayuda a reducir la presencia de estos contaminantes, ofreciendo un alivio importante para personas con alergias, asma o problemas respiratorios. Además, mejorar la calidad del aire en casa contribuye a la protección de la piel y a mantener un entorno más higiénico, especialmente en grandes ciudades donde los niveles de contaminación suelen superar los límites recomendados.

calidad del aire interior
Artículo relacionado:
La calidad del aire interior: claves, avances y recomendaciones prácticas para espacios saludables

Cómo actúan los purificadores de aire: tecnologías y filtros clave

Filtro purificador de aire

Un purificador de aire típico emplea un ventilador que hace circular el aire de la estancia a través de diversos filtros. Los más habituales incluyen:

  • Filtros HEPA: retienen hasta el 99,97% de partículas ultrafinas, incluyendo polvo, polen, pelos de mascotas o incluso virus de pequeño tamaño.
  • Carbón activado: se encarga de absorber olores, gases y sustancias químicas como el formaldehído y el NO₂.
  • Tecnologías adicionales como ionización, luz ultravioleta o sensores inteligentes proporcionan purificación extra o ajustes automáticos según la calidad del aire detectada.

La eficacia de un purificador depende tanto de la capacidad de sus filtros como del volumen de aire que puedan procesar cada hora (CADR) y del tamaño de la estancia para la que haya sido diseñado.

Modelos destacados: soluciones para todos los espacios

En el mercado actual existen modelos para todo tipo de necesidades. Destacan propuestas como los purificadores de Xiaomi, que integran sistemas de filtrado HEPA y carbón, cubren desde habitaciones pequeñas hasta salones amplios y se controlan a través del móvil. El Smart Air Purifier 4 de la marca china puede limpiar el aire de una estancia de 20 m² en diez minutos y el modelo Pro es aún más potente, pensado para superficies de hasta 40 m².

Otra alternativa avanzada es el Dyson Cool PC2 De-NOx, que utiliza un filtro exclusivo para atrapar el dióxido de nitrógeno, presente en zonas urbanas, y es capaz de destruir formaldehído. Su diseño sin aspas y su control inteligente desde el móvil buscan aportar comodidad y eficacia, aunque la inversión es mayor que en otros aparatos.

Quienes buscan equipos 3 en 1 pueden fijarse en opciones como el Dreame AirPursue PM20, que además de purificar, funciona como ventilador y calefactor. Este dispositivo incorpora sensores que monitorizan la calidad del aire, detectan la presencia humana y ajustan automáticamente la dirección y potencia del flujo de aire limpio. Su cobertura puede alcanzar hasta 100 metros cuadrados, lo que resulta ideal para oficinas o viviendas de gran tamaño.

Qué tener en cuenta antes de elegir un purificador de aire

Además de la potencia de filtrado y el área de cobertura, es importante valorar factores como:

  • Ruido: algunos purificadores, como los equipados con modo nocturno, pueden funcionar a partir de 22 decibelios, casi imperceptibles por la noche.
  • Consumo energético: modelos eficientes apenas gastan unos pocos vatios, por lo que es posible usarlos muchas horas sin impacto en la factura.
  • Mantenimiento: los filtros requieren sustitución periódica (entre 12 y 18 meses en modelos avanzados) y su coste varía según el fabricante.
  • Facilidad de uso: la mayoría se manejan de manera sencilla, algunos desde app móvil, con modos automáticos e incluso control por voz.

El diseño y la integración con la decoración también pueden ser un plus, especialmente en dispositivos que pasan desapercibidos o suman funciones adicionales en invierno y verano.

El interés por la calidad del aire interior ha aumentado significativamente, y la variedad de opciones disponibles permite adaptarse a cualquier necesidad y presupuesto. Desde modelos compactos para dormitorios hasta equipos inteligentes pensados para grandes salones, contar con uno de estos dispositivos puede marcar una diferencia sustancial en el bienestar diario, especialmente en hogares urbanos expuestos a elevados niveles de contaminación o alergias estacionales.