- Robots de asistencia mejoran la movilidad y autonomía de personas con discapacidad y mayores.
- Nuevos modelos destacan por su independencia energética y capacidad de interacción social.
- Proyectos piloto avanzan en entornos reales como estaciones de tren y hogares.
La robótica de asistencia avanza a pasos agigantados en España y otros países, introduciendo soluciones que facilitan la vida diaria de personas con distintas necesidades. Desde proyectos que buscan mejorar la accesibilidad en infraestructuras públicas hasta propuestas para acompañar a personas mayores en sus hogares, la tecnología se convierte en un aliado cada vez más próximo.
El abanico de robots de asistencia se extiende desde dispositivos humanoides con inteligencia artificial capaces de interactuar en varios idiomas, hasta modelos diseñados para acompañar a colectivos específicos y fomentar la autonomía personal. Estos avances demuestran que la robótica social no solo es cosa de ciencia ficción, sino una realidad en crecimiento.
Robótica asistencial en estaciones de tren: el caso de Fundación ONCE
La estación de Málaga María Zambrano destaca estos días por incorporar un robot de asistencia desarrollado por Fundación ONCE dentro del proyecto europeo ‘AccessRobots’. Este dispositivo está disponible para quienes quieran probarlo hasta el 8 de agosto y su función principal es guiar a personas con alguna discapacidad a lo largo de toda la estación, incluyendo zonas de acceso a trenes de cercanías, metro, áreas comerciales y andenes.
El proyecto se enmarca en la iniciativa europea ERJU y ha sido validado con la participación de diferentes asociaciones que representan a usuarios con necesidades diversas. El robot busca mejorar la experiencia de movilidad y accesibilidad en entornos complejos, ofreciendo orientación y compañía desde el punto de entrada hasta el destino final dentro del recinto ferroviario.
Para acceder a la experiencia, basta con descargarse la aplicación Accessrobots, crear una cuenta y hacer la reserva, facilitando así el uso de la tecnología a cualquier persona interesada en explorar sus ventajas antes de su posible despliegue definitivo.
Robots para el apoyo y la compañía en la tercera edad: el proyecto Tooly
Una joven ingeniera argentina ha diseñado a Tooly, un pequeño robot de asistencia pensado especialmente para acompañar a adultos mayores que viven solos o necesitan estimulación cognitiva. Este dispositivo tiene el tamaño de una cafetera, un diseño simpático y utiliza componentes reciclados y software libre. Su inteligencia artificial le permite mantener conversaciones, recordar la toma de medicamentos, sugerir actividades y lanzar alertas a familiares en caso de que detecte falta de interacción o solicitudes de ayuda.
Gracias a sensores y expresiones faciales mediante luces LED, Tooly simula empatía y se adapta a las preferencias y hábitos de cada usuario. Aunque está en fase de prototipo y por ahora funciona solo en inglés y conectado a corriente, su creadora trabaja ya en ampliar sus capacidades y dotarlo de sensores médicos.
La iniciativa ha llamado la atención de inversores y entidades sanitarias, subrayando el potencial de la robótica social en América Latina para el envejecimiento saludable y el acompañamiento, sin pretender sustituir el contacto humano, sino aportar una ayuda extra a quienes más lo requieren.
Este tipo de tecnologías representan un avance significativo en la promoción de una vida independiente y digna para las personas mayores, aportando seguridad, compañía y apoyo en tareas diarias.
Autonomía energética: el caso de Walker S2
Uno de los avances más rompedores en robótica de asistencia es el de los robots humanoides que pueden cambiar sus propias baterías de forma autónoma. Es el caso del Walker S2, presentado por UBTECH Robotics, capaz de operar sin interrupciones gracias a un sistema de doble batería intercambiable. El robot, que detecta cuándo necesita energía y acude solo a una estación de carga para realizar el recambio, puede así funcionar 24 horas seguidas y adaptarse dinámicamente a las tareas según la prioridad de cada momento.
Walker S2 también puede trabajar de manera coordinada con otros robots, compartiendo datos y tareas en tiempo real mediante un sistema de inteligencia en la nube. Esto permite optimizar recursos, reducir tiempos de inactividad e incrementar la eficiencia tanto en fábricas como en espacios públicos o domicilios.
La versatilidad de estos robots no solo se aprecia en la logística o la atención al cliente, sino en su potencial para asumir labores repetitivas o complejas, facilitando la vida de las personas y mejorando la productividad en distintos sectores.
El desarrollo de robots de asistencia continúa expandiéndose, con proyectos piloto en entornos reales, nuevas aplicaciones en cuidados y acompañamiento, y avances significativos en autonomía y uso inteligente de la energía. La evolución tecnológica apunta a un futuro donde la robótica no solo complementa, sino que refuerza la independencia y bienestar de colectivos vulnerables, abriendo nuevas oportunidades para la inclusión y la mejora de la calidad de vida.