Vacunas contra la covid: un posible aliado para la inmunoterapia

Última actualización: octubre 20, 2025
  • Un estudio con más de 1.000 pacientes sugiere que las vacunas de ARNm contra la covid podrían mejorar la supervivencia en cáncer tratados con inmunoterapia.
  • La ventana temprana (primer mes) tras iniciar la inmunoterapia aparece como la más favorable; en pulmón y melanoma se observan diferencias notables.
  • El mecanismo apunta a una activación inmune tipo "alarma" que potencia los inhibidores de puntos de control (PD-1/PD-L1).
  • Resultados preliminares: se prepara un ensayo fase III (UNIFIER) para confirmarlos y definir su posible integración clínica.

Vacunas contra la covid

Una nueva línea de investigación sugiere que las vacunas de ARNm frente a la covid-19 podrían aportar un beneficio adicional cuando se administran en pacientes oncológicos que reciben inmunoterapia. Los datos, presentados en el congreso de ESMO en Berlín, apuntan a diferencias relevantes en supervivencia y abren la puerta a ensayos confirmatorios.

Según los autores del trabajo, liderado por investigadores del MD Anderson (Universidad de Texas), el efecto observado no dependería del fabricante y no se habría distinguido entre primera dosis y refuerzos. Aunque el análisis es retrospectivo y todavía requiere validación, la hipótesis biológica encaja con fenómenos inmunitarios conocidos y ha sido apoyada por resultados preclínicos.

Qué halló el estudio clínico

Vacunación covid e inmunoterapia

El equipo examinó a más de 1.000 pacientes tratados entre agosto de 2019 y agosto de 2023, centrando el foco en personas con melanoma metastásico y cáncer de pulmón de células no pequeñas en estadios avanzados que recibían inhibidores de puntos de control inmunitario.

En el grupo de cáncer de pulmón, 180 pacientes que recibieron una vacuna de ARNm contra la covid en una ventana próxima al inicio de la inmunoterapia mostraron una mediana de supervivencia de 37,33 meses, frente a 20,6 meses en 704 pacientes no vacunados. La diferencia, coherente con el objetivo de potenciar la respuesta inmune, fue considerada clínicamente significativa.

En melanoma metastásico, 43 pacientes vacunados superaron, a cierre del seguimiento, el umbral de mediana de supervivencia (no alcanzada), mientras que en 167 no vacunados la mediana fue de 26,67 meses. El patrón favorecedor de la vacunación se repitió en ambos tumores.

El beneficio pareció especialmente marcado en tumores llamados “fríos” (baja expresión de PD-L1), habitualmente menos sensibles a la inmunoterapia: en esos casos, la probabilidad de seguir vivos a tres años se multiplicó de forma notable. Los investigadores también señalan que, de cara a optimizar resultados, la ventana más prometedora se situaría en el primer mes tras arrancar la inmunoterapia.

Sobre la pauta concreta, el equipo avanzó que no detectó diferencias entre la primera dosis y los refuerzos en cuanto a la mejora asociada, si bien recalcan que estas observaciones deberán verificarse con estudios diseñados para responder a esa pregunta.

Cómo podría funcionar y qué llega ahora

Inmunización frente a la covid

En modelos preclínicos, las vacunas de ARNm actuaron como una señal de “alarma” inmunitaria: activan células presentadoras de antígeno y ponen en guardia al sistema, mejorando el reconocimiento del tumor. Ese estado de alerta encaja con el modo de acción de los checkpoints, que bloquean PD-1/PD-L1 y permiten a las células T atacar con más eficacia.

El grupo sugiere que esta activación estaría mediada, al menos en parte, por una respuesta al ARN e interferón alfa, lo que ayudaría a explicar por qué la vacuna —aunque dirigida a SARS-CoV-2— puede “empujar” al sistema inmune frente al cáncer. En pacientes y voluntarios se observaron señales concordantes de activación inmunitaria y cambios en la expresión tumoral de PD-L1.

Expertos externos, como el inmunogenetista Benjamin P. Fairfax (Universidad de Oxford), valoraron que los fármacos oncológicos aprovechan respuestas antivirales conservadas; otros, como la investigadora Stephanie Dougan (Dana-Farber), pidieron cautela: el resultado es plausible y alentador, pero debe confirmarse en fase III antes de plantear cambios en la práctica clínica.

El equipo ha anunciado un ensayo aleatorizado de fase III con el acrónimo UNIFIER para validar el efecto y definir variables críticas (momento de vacunación, población diana y magnitud real del beneficio). Además, está prevista la publicación detallada en Nature, con análisis sobre el impacto temporal y aspectos de diseño inmunológico.

Los autores también subrayan que la seguridad de estas vacunas y las campañas de vacunación están ampliamente evaluadas y que no existe evidencia de que provoquen cáncer; al contrario, múltiples instituciones científicas sostienen que no alteran el ADN y son una herramienta útil de salud pública. En este contexto, los nuevos hallazgos no contradicen su perfil de seguridad, sino que exploran un posible efecto inmunoestimulante beneficioso cuando se integran con inmunoterapia.

Las señales en pulmón y melanoma, el mayor beneficio en tumores “fríos” y la hipótesis mecanística basada en la respuesta al ARN configuran un escenario de alto interés científico: si los ensayos confirman lo observado, las vacunas de ARNm contra la covid podrían incorporarse como coadyuvantes de la inmunoterapia en indicaciones seleccionadas.

vacunas cubanas contra la Covid-19
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